miércoles, 5 de noviembre de 2008

Entrevista a Mestra Janja.


Entrevista completa concedida por Contra Mestre Janja a Danilo Clímaco, para la revista Inventando Pólvora, en el mes de marzo del 2003.

Tienes más de 20 años en la Capoeira Angola. Como es llegar de otra tradición a una universidad, que es un espacio elitizado, blanco y masculino y escribir una tesis de maestría que cultiva valores que no son los que se cultivan en este espacio y que en realidad son aparentemente opuesto a lo que allí se privilegia?

Como tu mismo dijiste, tengo ya más de 20 años de iniciación en la Capoeira Angola y en mi trayectoria, aun en Bahia, cuando éramos apenas tres grupos de Capoeira Angola en inicios de los años ochenta, cuando comenzábamos a articular la fuerza del discurso de resistencia cultural de la Capoeira Angola, en aquél momento, una de las necesidades fundamentales era exactamente articular alianzas con la universidad. Entonces soy de una generación de capoeiristas que no le tuvo miedo a la universidad, que no se consideró un elemento extraño y, por el contrario, nos impusimos una tarea de forzar la universidad a abrir sus puertas y reconocer el legado de la cultura banto en Brasil. En aquella época en Bahia, aun hoy en Brasil, se habla mucho de la cultura yoruba y existe un olvido planeado, ideológico sobre el legado banto en Brasil.

Para eso era fundamental que rompiéramos con algunas ideas preestablecidas, entre ellas, el lugar en dónde estaba posicionada la capoeira en la historia del conocimiento en el Brasil, sea en el entendimiento de las manifestaciones folclóricas o sea en el entendimiento de las manifestaciones deportivas. Existía un espacio nuevo, nosotros necesitábamos contrariar esta lógica, para poder hacer llegar al mundo académico nuestras ansiedades. Eso fue hecho, a través exactamente de este principio: ubicar a la capoeira dentro del legado de la cultura banto en Brasil, de los pueblos bantos en Brasil. Y a partir de eso, nos dedicamos a esta dupla militancia: una que era dar visibilidad al pensamiento y resistencia de Mestre Pastinha. Y la otra cosa era denunciar la hegemonía yoruba, demostrando cuanto la formación que esa matriz tuvo de ideológica. Incluso un contenido ideológico que se aproximaba mucho a estructuras de blanqueamiento, porque uno de los principios de los cuales se hizo valer la cultura yoruba como para su permanencia en los estudios sobre la cultura en los años 50, de la llamada escuela e sociología paulista, es que esos estudios creaban un Brasil característico de la cultura yorubá, como si tuviéramos todos nos olvidados que los yorubá entraron en Brasil en el siglo XIX y que antes de ellos había millones de seres humanos provenientes de las cuturas bantos, de los bantos hablantes. Aun hoy, una de las formas que las organizaciones de Capoeira Angola tienen de hacer su ginga, su enfrentamiento frente a la capoeira moderna es exactamente valorizando todo aquello que la capoeira moderna, para ganar la oficialidad, abandonó y fueron abandonados los africanismos, fueron abandonadas las africanidades de la capoeira y nosotros las trajimos de vuelta. Y en muchos momentos nosotros no teníamos instrumentos necesarios para poder llegar a todas las áreas de conocimento necesárias en aquél momento y necesitábamos en determinadas situaciones una comprensión con un poco más de profundidad sobre, por ejemplo, estructura y organización de los quilombos, nosotros producíamos eventos, teníamos una pauta anual de seminarios y entonces traíamos profesores universitarios, producíamos seminarios, debates, mesas redonda, encuestas, plebiscitos, todo lo que estuviera a nuestro alcance, nosotros hacíamos y entonces percibimos que nuestra tarea era realmente una tarea de cierta forma más difícil de lo que imaginábamos, porque si por un lado buscábamos, entre comillas un “marketing académico” para dar reconocimiento en el campo de la historia del conocimiento de Brasil, nosotros necesitábamos de ese apoyo de la universidad, por otro lado la universidad, en el caso la Universidade Federal da Bahia (UFBA), buscaba en nosotros inspiración para sus trabajos. Contamos con la participación de varios docentes que estuvieron abiertos a nuestra propuesta y para eso fue fundamental la participación de ellos en nuestro trabajo, a mi me gustaría y puedo citar, con mucho cariño, hombres como Ubiratan Castro de Araújo, hoy presidente de la Fundación Palmares, nuestro Bira, como es llamado cariñosamente en la UFBA. João Reis, autor de los libros que hablan sobre la rebelión de los Malês y otros historiadores, también muchos antropólogos y algunos sociólogos estuvieron participando de nuestra forma de organizarnos como capoeiras. Y en el campo de la lingüística, también tuvimos un apoyo muy importante de la profesora Yeda Pessoa de Castro, que es una especialista en lengua banto, que al conocer y reconocer la importancia de nuestro trabajo abrió un horario especial solo para nuestro grupo de capoeira, para que estudiáramos quicongo. Así, toda nuestra trayectoria viene siendo acompañada por investigadores, tanto en Brasil como en los EEUU, por ejemplo, el dr. Fu-kiau, director del Instinto Lemba, primero africano a dirigir un estudio de investigación en los EEUU, el también profesor Daniel (inaudible su apellido) de la Universidad de New York, investigadores que hacen más de diez años acompañan nuestra trayectoria, que nos ofrecen parte de sus discursos, que vienen a buscar en nosotros también aquello que necesitan para sus investigaciones, hay una interacción, un intercambio muy intenso y una de las cosas, de las marcas de modelo de organización de capoeiristas que organizamos en los años 80, pasa por la educación intelectual. Entonces teníamos desde nuestros grupos infantiles, completamente envueltos con esa cosa de estudiar la capoeira a través justamente de lo que llamábamos, las cosas de la “gran roda”, nunca tuvimos miedo a esos debates, como el que puedes ver hoy: cuotas par afro-descendientes, plebiscitos sobre el sistema presidencial... Promovíamos debates todas las elecciones, tuvimos por lo menos una mesa de debates de varios partidos, hablando para capoeiristas y todo eso en aquella época el Grupo de Capoeira Angola Pelourinho (GCAP) asumió este papel de vanguardia y de alguna forma desmitificó en nosotros capoeiristas ese distanciamiento con la universidad. En la mitad de los años 80 nosotros hicimos lo que Mestre Moraes llamaba “cruzada contra la ignorancia”, entendíamos que uno de los caminos políticos para nuestra propuesta de capoeiras era romper con algunos estereotipos y los estereotipos atados a la ignorancia, a la no comprensión intelectual de las cosas del mundo que nosotros nuca concordamos, pero que existían, principalmente por ese mundo que entiende a la capoeira como deporte, tuvimos casi una necesidad vital de recuperar estos campos de entendimiento para la capoeira. Para nosotros, siempre fue muy claro que eso nos distinguía de los “jugadores de capoeira”, que eso distinguía nuestra formación de capoeiristas, entonces cuando entré a la Universidad de São Paulo (USP) para hacer una maestría, trayendo un debate sobre un conocimiento de matriz africana, evidentemente, yo, como vario negros, tuve también la dificultad, la tarea, de primero informar, enseñar para esas personas sobre lo que estaba hablando, para a partir de ahí ser evaluado por ellas en sus, digamos, heurísticas, en sus bases teóricas. Pero encontré una USP con poco o ningún conocimiento sobre la Capoeira Angola o mismo sobre la existencia de estilos dentro de la capoeira producidos por grupos que se movimientan por lenguajes diacríticos, dentro de perfiles privilegiados y que prima un grupo que sustenta la voz de su referente y es obvio que estoy, si uno coge a Beatriz Góes (Dantas) o a Maria de Saula Queirós, que estudiaron el sentido de la pureza de algunas africanidades en el Brasil, nosotros buscábamos exactamente con márgenes que definieron que la cultura banto era impura, que lo que caracterizó a la cultura yoraba como superior, hasta por estar más próxima de aquello que era considera una cultura occidental europea, una de las pruebas de eso era la valorización que se hacía de esos pueblos sobre un conocimiento de que algunos de ellos de la escrita y de la lectura, entonces tienes un plan ideológico que necesitaba ser roto. Y al hacerlo, lo hicimos invistiendo en la formación del capoeirista. Esa generación marcó, sin sobra de dudas, profundamente, la historia de la Capoeira, no apenas de la Capoeira Angola, pero de la capoeira como un todo. Un marco diferencial sobre le cual, adoptando o rechazando, nadie ya pasa al margen, que es de hecho que los angoleiros vemos la capoeira diferentemente, actúan como capoeiristas diferentemente, tienen un entendimiento diferenciado de la capoeira y no abren mano de la matriz africana de esta. Es el rechazo nuestro sobre el discurso de la capoeira que nace en el sistema esclavista, de toda una cultura que responde a las desgracias del sistema esclavista, que trabaja con una relación de causa y efecto. Trajimos un enfoque anterior, hasta para comprender el porque la capoeira ganó esa caracterización dentro de la historia de Brasil. Entonces, sin dudas, fue una cosa nueva, del punto de vista de estudios sobre la capoeira, tienes una literatura, tienes varios estudios producidos sobre la capoeira en todo el mundo y que de alguna forma sustentan el equívoco- así como los estudios de las religiones africanas en Brasil, o afro-brasileras, como quieras – también produjeron: que es el equívoco de la generalización. Tienes muchos estudios sobre la capoeira como si fuera una cosa homogénea, sobre el candomblé tienes pocos estudios en que hablan de tal línea, de tal linaje. Porque hasta dentro de una misma nación tienes linajes y dentro de una misma nación tienes división. Y estábamos hablando exactamente de esto: que dentro de la capoeira, de la Capoeira Angola, podemos, de alguna manera, orientar nuestra mirada para la diversidad de los pueblos africanos en Brasil, retomar esa concepción de entendimiento sobre lo diverso. Entonces más o menos nuestra experiencia de vinculación de nuestro trabajo con el mundo académico y hoy sigo con una investigación a nivel de doctorado, también sobre Capoeira Angola, también en el área de la educación y ese mi trabajo, de cierta forma, rompe con el silencio de casi treinta años, porque el único estudio producido sobre Capoeira Angola es el del profesor Waldeloir Rego. Tenemos el trabajo de Mestre Bola Sete que presenta un perfil de los antiguos manuales que era muy característico en los años setenta e inicio de los ochenta: mestres, movimientos, golpes, pero que no es un estudio en profundidad, no se caracteriza como un estudio de profundidad sobre la Capoeira Angola, de ese intento que yo vengo dedicándome en el área de la educación.


Y como podríamos ver la generación de capoeiristas angoleiros anteriores a la suya, que no tuvo acceso a educación. Por ejemplo, Mestre João Grande, cuando él habla del cuidado que se debe tener con el alumno nuevo, o cuando habla de que el aprendizaje de la capoeira no debe ser segmentado, sino que el alumno debe inserirse desde el inicio de forma completa el ritual de la capoeira. Esas personas que son tan sabias y sin educación formal... hay entre ellas y la sociedad un hueco que por veces parece imposible que se traspase. Crees que todavía nos podemos comunicar con ellos?

Creo que si, nosotros trajimos para el mundo de la capoeira una cosa nueva, cuando empezamos aquello que algunas personas hoy llaman movimiento de las años ochenta, que fue la valorización sobre la memoria y la experiencia de los mayores. No podemos olvidarnos que la capoeira como deporte descarta, como cualquier deporte, aquellos fuera de la edad productiva, de la edad atlética. Nosotros trajimos de vuelta al escenario de la capoeiragem la memoria, la importancia de reflexionar sobre el pasado de la capoeira, sobre el entendimiento, incluso sobre la propia capoeira regional, sobre el pasado que constituye los varios linajes, etc. Entonces, si piensas la generación de un Mestre João Grande, de un Mestre João Pequeno, de um Mestre Curió, esas personas no tuvieron acceso a las formas oficiales de educación y nuestro país, como no tiene una tradición sobre la importancia de estos memoriales vivos, digámoslo así, no valorizó al punto de él (Mestre João Grande) permanecer en el país, él está hoy en los EEUU, y hoy vive una otra realidad, incluso del punto de vista de la auto-estima, de la propia dignidad suya. La diferencia de mi generación de capoeira es que nosotros podríamos, no teníamos acceso, podríamos tener acceso, cuando comenzamos en el GCAP, Paulinha y yo éramos las dos únicas que teníamos formación universitaria, que estábamos dentro de una universidad y el grupo, en la medida en que íbamos sentando, conversando, nosotras, además de ser las únicas universitarias, éramos las mujeres nuevas llegando a la capoeira y como el grupo percibió, había un diferencial al cual la capoeira no estaba acostumbrada: la presencia de la mujer, de la mujer hablando y actuando como capoeirista, en lo que dice respecto al especifico de la capoeira: dominio corporal, filosófico, musical, etc., también produciendo un enfoque, reflexiones políticas sobre la capoeira que de alguna forma situara a la capoeira en un contexto de las varias transformaciones que la cultura africana pasó en el Brasil. Y cuando nosotros iniciamos aquello que, como yo decía, en broma, Mestre Moraes llamaba “cruzada contra la ignorancia”, había la comprensión, teníamos la comprensión que mucho de la juventud, hablo específicamente del pueblo negro, porque esa era la parcela con la cual trabajábamos en Bahia - diferentemente de los grupos nuevos de Capoeira Angola de hoy - éramos un grupo formado por negros de los barrios de periferia, etc. Entonces muchas de estas personas viven aquello que podríamos llamar de “desestímulo por desaliento”, entonces, como ellas no tienes referencias, no creen en la posibilidad de intentarlo y nosotros producimos la derribada de ese muro, de ese muro de los desalientos, nosotros llevábamos la posibilidad de que eso pudiera ocurrir, éramos un referencial de que aquello era posible, porque nuestro origen era el mismo que el de ellos. Es a partir de ahí que comenzamos un trabajo produciendo nuevos pensares que de alguna forma, tuvo como resultado el entendimiento de una generación, de un grupo que se fortaleció por lazos de cooperación, sobretodo de amistad. Es por otro lado de un hacer colectivo, o sea, yo tengo un compromiso con los míos, entonces existe aquello que llamamos de militancia, una militancia vuelta hacia exactamente la promoción de esas personas que socialmente no tenían oportunidades o que tenían más dificultades y nosotros salíamos buscando el hacer con que nuestro conocimiento o por lo menos el hecho de estar posicionados en un espacio para este grupo cerrado, como es la universidad, que haga algún sentido para nuestra militancia y toda la realidad que yo mostré para ti en mi habla anterior refleja más o menos eso: llegar a la universidad, conseguir traer a los profesores universitarios, a nuestros maestros, a nuestros doctores, para venir al espacio del capoeirista, para ver a las personas, para un proceso contrario de entendimiento y de cierta forma, se resume en aquello que dije, nosotros perdimos el miedo a la universidad, el miedo de los intentos y de cierta forma, ese es uno de los grande méritos que, creo, esa generación tiene, un mérito que encuentra rechazos, evidente: hoy somos acusados por algunos capoeiristas de haber entregado la Capoeira Angola a los intelectuales. En realidad, los capoeiristas angoleiros que descienden de esa matriz, ellos se hicieron intelectuales dentro de la capoeira, creo que el camino fue el contrario, ellos promovieron una reflexión a partir de otros soportes, que son los soportes intelectuales en el ejercicio de la propia capoeira y dentro del espacio de la propia capoeira y a partir de ahí, ello se sintieron, estuvieron mejor instrumentalizados para enfrentar una estructura institucional que hasta entonces era una cosa extraña, distante, inaccesible, pero si eso de cierta forma hoy rompe un poco, si algunas personas crean que eso rompe con la, comillas, “pureza” de la Capoeria Angola, yo discordo, si cogemos la historia de Brasil y vemos los lugares en dónde ella (la capoeira) llegó, ella llegó exactamente por la capacidad de hacer una lectura del entorno o del contexto en el cual el capoeirista estaba inserido. Si en un determinado momento ella se prestó a la guardia nacional de la princesa Isabel, o si ella forzosamente estuvo en la guerra de Paraguay o si ella constituyó las maltas que sustentaron como bases armadas a liberales y a conservadores en la época de la movimentación republicana, es una prueba de dinamismo, del entendimiento del capoeirista sobre su contexto. Nuestra lucha hoy es exactamente porque conocemos, porque pensamos en estas trayectorias de la formación oficial, académica, es por eso que nosotros no admitimos que algunas imposiciones sean puestas hoy para que la capoeira sea practicada, que es el caso del Conselho Nacional de Educacão Física que viene queriendo obligar a la formación de los profesores de educación física (como prerrequisito para que puedan ser profesores de capoeira) como si eso bastara para ser mejor profesional, para ser capaz de entender y de enfocar los varios aspectos que la Capoeira Angola exige y ahí, cuanto más nosotros podemos llevar de inquietaciones para el mundo académico o para el mundo capoeirístico o para la capoeiragem o para el mundo artístico sobre la capoeria, lo estamos haciendo y creo que de cierta fueron las respuestas están aconteciendo en la medida en que, por ejemplo, vemos los resultados hoy dentro y fuera del Brasil, resultados buenos o malos, que vienen de varios procesos de reinterpretación que aparentemente prima por una desorganización, pero ella tiene movimentaciones, olas, muy bien conocidas para quién está inserido en el universo de la capoeiragem. Me pondría muy preocupada hoy si el capoeirista no comprendiera que esos niveles de educación formal hacen parte también de un estilo de juego o de un toque específico, fundamental para el capoeirista. Porque estás inserido en un mundo, en un contexto, en que estas exigencias son hechas a todos. Al final no nos organizamos ya en maltas. Infelizmente (risas).


Dijiste ahora de que tuviste que llegar a la universidad y presentar la Capoeria Angola a los profesores. Esa es una característica de la Capoeira Angola que nos citaste hasta aquí. Sobre cuales otras características nos podrías hablar?

No sé si una de las características de la Capoeira Angola es adaptar-se al medio, porque cuando hablas en adaptarte al medio parece que el medio está fijo, y si quieres algo tienes que moldarte. Creo que la fuerza de esas tradiciones es la de producir fisuras en sistemas aparentemente inamovibles. Entonces solo el dinamismo. Por ejemplo, São Paulo: ciudad, todas las personas comparten el imaginario sobre São Paulo que prima por el individualismo y por el inmediatismo, entonces llegamos aquí y traemos e implantamos un trabajo de Capoeira Angola en dónde esas nociones o ellas son rotas o por lo menos cuestionadas, significa sin sombras de dudas, una fisura en un sistema aparentemente hermético. Entonces eso en realidad para mi refleja la potencia de ese dinamismo, que es el de hacer la lectura de su propio entorno, como en la Capoeira Angola vivimos en una cultura... la Capoeria Angola tiene estos puntos que yo creo son sus grandes privilegios. Que para el mundo de las ganancias materiales solo perdemos, pero para otros mundos, no. El hecho de no ser posible la Capoeria Angola en una definición de estructura de academia (atlética), por ejemplo, por ser un modelo (fin de la cinta)

Ella privilegia, ella acontece, ella se maximiza en la estructura del grupo, aquello que Maffesoli llama de grupismo, o sea, más que el significado de yo estar junto, de hacer con, es el sentido de estar junto. Entonces, es romper una definición para estarse y ser en una ciudad como São Paulo, son esos los campos que yo creo nosotros continuamos actuando dentro de un lenguaje de transformaciones muy importantes, sobre todo, para el campo de la educación, para el campo del conocimiento y que creo q tarde o temprano la universidad será sacudida lo suficiente a punto de tener que admitir que existe en el momento, de su portón hacia fuera, pero que existe, que está ahí, hirviendo en sus portones, otros modelos societales, de sociabilidad, otros modelos de comprensión de lo que es el propio acto de educar, que es de cierta forma manifiesta en la oposición a los modelos euro-céntricos, desgastados, inhumanos o deshumanizados, tarde o temprano, creo que la universidad se va a tener que admitir o va a tener que darse con la "antropología de su portón" o con la antropología de su muro, de sus gradas, nuevas antropologías, nuevas sociologías, nuevas ciencias, nuevos posibilidades para abordar, dentro de varios campos científicos tendrán de ser producidas porque es... creo que nosotros cansamos de tanta hipocresía, llega un momento, antiguamente uno no tenía grandes referencias, hoy estamos insiriéndonos en un contexto de mundialización, a través de un sistema de comunicaciones, traídos principalmente por la internet en dónde uno sabe cual es el potencial de transformación que tienen las tradiciones para la formación de identidades de un pueblo, de grupos dentro de una misma nación, no? Lo cuanto es importante, educativo y eso emerge en nuevas necesidades políticas.


La cuestión de la radicalidad, de la individualidad del ser humano. La Capoeira Angola trae un respecto por el individuos en si, que puede llegar una personas delante de ti, en el juego él puede transformarte. El respeto por la novedad que una persona puede significar es una cosa que yo creo percibir en la Capoeira Angola que en cualquier momento puedes estar jugando con una persona que te enseñe otra manera de sentir el mundo. Como lo percibes?

Primero no usaría el término "individualidad" ese término de cierta forma constituye un término de deshumanización, pido licencia par usar "individuación" en el sentido junguiando de que cada individuo prosiga sus marcas que son producidas, que están en los arquetipos, en su ancestralidad, que lo hace singular. Cuando digo que nuestro trabajo es un trabajo que combate las individualidades es exactamente porque él privilegia a la individuación, privilegia ese sufrimiento que es el saber sobre si propio, sufrir con eso por la aceptación o rechazo, pero es un proceso de auto-reconocimiento en el cual, como Jung decía, solo comprendo aquello en el cual me veo. Existe un proverbio zulu que dice "soy aquello que está en tus ojos" O sea, creo que la Capoeira Angola trae, en dónde ella contraría cualquier noción de deporte (tengo una formación en esta área) hay reglas muy claras que definen para el individuo aquello que hace aquella práctica aceptable y la capoeira, lo que hace el capoeirista y un buen capoeirista es su proceso creativo y su proceso creativo es único para cada momento, es creativo en el sentido más amplio de la palabra, quizá de la forma como es dicho que Dios creó al mundo, como un compositor construye una pieza o como un pintor pinta un cuadro y no pintará otro jamás igualito. Es ese el proceso creativo que es el gran emprendimiento de la Capoeira Angola, por eso ella pasa por la individuación, todo proceso creativo, a mi modo de ver, está relacionado a la comprensión, en mi caso, por ejemplo, a la comprensión de mi misma aquí ahora y el sentido de eso, no tanto del significado, pero del sentido de eso. No apenas en lo que dice respecto a la movimentación corporal: cada persona que viene delante de mi, es una persona diferente, como cada una de ellas me obliga a ser diferente, la relación es de complicidad absoluta. Como dijiste refiriéndote al Mestre João Grande, de que tu tienes que tener cuidado con el alumno nuevo, Mestre João Grande nos enseñaba así: "mira, cuando bajes al “pé do berimbau" y aprietes la mano al otro, antes de cualquier cosa, te digas: "él es mejor que yo", porque como nosotros estamos en ese universo de creación, en algún momento, si piensas como una estructura de pregunta y respuesta, puedo pensar en una pregunta que él no tiene respuesta y él puede hacer una pregunta que mi respuesta no aparezcas en aquél momento. Cuando pasa eso con relación al niño es cuando aparece el golpe, cuando él comienza a preguntar "por que eso, por que aquello", se lo vas diciendo, cuando falta paciencia o argumentación, viene el golpe. Nuestro gran ejercicio es no dar el golpe, es tener habilidad y creatividad y entrega suficiente para que la hostia no aparezca, para que tengas argumentos, para discutir con el otro todo el tiempo sin que la hostia sea necesaria, porque el golpe no refrenda al angoleiro, como la violencia no lo refrenda. Tienes que abrir mano de eso, tienes que en el día a día de la práctica de la capoeira, jugártela para que si hoy construyes eso, ese castillo, esa casa, mañana va a ser el trabajo de desconstruirla. Te relacionas con el aprendizaje de una técnica, para desmoronar la técnica en función de la creatividad, porque lo bello está en lo creativo, no está en la técnica. Entonces la belleza en este caso es una de las referencias más grandes que se busca cuando se entra en el juego, en una roda de capoeira, quieres la belleza con letras mayúsculas, la belleza que en realidad no es nada más que tu encuentro con lo sagrado, es el Dios vibrando allí dentro de ti, salir de la roda de capoeira, es salir y decir "asu!, que maravilla de caída llevé" "Asu!, que maravilla, aquél tipo me dio un cabezazo que fue una perfección", entonces en la medida en que tienes la posibilidad de estar inserido en un espacio, en una organización en un grupo de capoeira que privilegia esos valores, entonces creo que tienes la esencia de la Capoeira Angola, cuando esos valores entran en el esquema del individualismo, en el “poco tiempo”, en el tiempo de eso y de aquello, entonces creo que todo eso pasa a estar comprometido. Y en este sentido, la gran novedad, como ya decía hace poco a mis alumnos es, si antes había una línea que dividía la Capoeira Angola de la Regional, hoy dentro de la Angola existen sus propias líneas, como estoy segura que dentro de la Regional también, - no sé muy bien porque no conozco bien a la Regional - pero dentro de la propia Capoeira Angola, sabemos que viene una juventud con una Angola más rápida, no? Con Angola de microondas, más fast-food. Por que están buscando en la superficie las señales diacríticas para poder inserirse en un mundo que no está tan agotado como el mundo de la Capoeira Regional. Algunos angoleiros se preocupan por eso, yo no me preocupo porque nosotros siempre pasamos por tantas adversidades, que yo creo que si las personas llegan a hacer, que lo hagan, pero la Capoeira Angola por si exige tanta dedicación, tanto compromiso que si el trabajo de esas personas sale bien es porque a mitad de camino ellas encontraron ese compromiso y esa dedicación.

Entonces es eso, creo que si eso acontece es porque esas modificaciones ocurrieron, porque venimos de una realidad en dónde la capoeira, cuando empezamos, los practicantes de Capoeira Angola tenían vergüenza de decir que eran angoleiros, las personas tenían vergüenza de decir que eran de candomblé, hoy día eso es status, ahora, cualquier persona puede entrar al candomblé o a la Capoeira Angola después nosotros sabemos quien se queda o quién no. Seguro llega el momento en que el propio condomblé, la propia religión, la propia capoeira, ellos depuran, entonces sabes distinguir, las personas aprenden a distinguir las miradas, los envolvimientos, las meditaciones, entonces no tengo la más mínima preocupación. Me acostumbro, por ejemplo, a veces estar dando clase y viene un tipo y asiste a toda la clase. Apunta cosas, como mucha gente iba a Bahia en los años ochenta y nos filmaba y llegaba aqui en Sao Paulo o en Rio o en Brasilia y cogía esos movimientos y los trataban de enseñar a sus alumnos. “Jugador de Capoeira” existe también en la Capoeira Angola, ahora, todos esos elementos que hacen de la Capoeira Angola una práctica iniciática, filosófica, que rompe con variaos entendimientos de ese mundo pasterizado, que te saca a otro esquema, para otros modelos interpretativos o pedagógicos, que vienen de la espera, de la escucha, de la formación del grupo, de un entendimiento de una línea, del pertenecimiento a un tronco, esas cosas, infelizmente, “Mestre Toshiba” no puede ofrecer. Las personas incluso salen por ahí divulgando la capoeira, pero ellas mismo con un “si no” porque comprenden que no son angoleiros que se hicieron de la raíz, pero que se hicieron no más que del tronco, tarde o temprano, eso va a hacer falta. Entonces, mi postura es esa, no tengo el más mínimo problema. Sí tendría un problema, que pasaría por una frustración, si percibo que una de las personas que hace parte del grupo que coordino, que ellos no comprendieran, si por acaso eso ocurriera, con un alumno, con una persona de nuestro grupo, entonces si me quedaría decepcionadísima, porque el dinamismo de ese modelo de iniciación, de ese modelo educativo de la Capoeira Angola pone por tierra la distancia que me separa de ellos en este campo de conocimiento, no soy aquél profesor que pone el dedo en la garganta y vomita la verdad. Soy una persona que se entregó a mudanzas con ellos. Y todo lo que tengo a más es tiempo de vivencia, solo eso. Y en este tiempo de vivencia, él es de cierta forma orientado por el tiempo de vivencia de mis maestros que depuraron en su lenguaje, en su enseñanza, lo que sabían y lo que no sabían, lo que era bueno y lo que no era bueno en el trabajo, para mi formación, que es lo que yo trato de hacer. Por lo demás, estamos en el tiempo.

Se piensas ese período, vamos llamar entre aspas el “período de latencia” de la Capoeira Angola, que es largo porque de los años 40 en adelante, tienes una migración muy grande de grupos, de los grupos no, de la capoeira, de los maestros, de los capoeiristas angoleiros que se dislocan para los grandes centros de Sur y Sudeste y a partir de ahí, como ya te dije, si en los años 80 éramos tres grupos, significa que no era posible formar un gran número de capoeiristas.


Si quieres decir algo más….

No sé, no hace falta ni decirlo, soy una persona enamorada de la Capoeira Angola, más que enamorada, porque fuimos llevados a creer que en nuestro mundo la pasión es una cosa fugaz, que una sustituye otra, yo creo que ellas conviven. Tengo una creencia en la capacidad que la Capoeira Angola tiene de entendimiento de aquello que llamé proceso de individuación que creo ser fundamental, porque ella entiende nuestros códigos culturales que nacen de nuestro cuerpo, desbanalizado, desmarginalizado, de nuestra alma, de nuestro entendimiento espiritual sobre el propio cuerpo, sin una lectura sentimentalista, sin una lectura forzada venida de afuera, que está ahí, en el día a día, lo que es necesario es apenas retomar un entendimiento del valor de la importancia de eso, creo incluso que hoy día es muy común que encuentres nuevos discursos angoleiros envueltos de alguna forma y usados por capoeiristas de la Regional, porque llega un determinado momento en que esas personas, como ya dije, mucha gente entrena Regional porque no tuvo acceso a otra opción. Sin querer hacer una comparación grotesca, hasta porque tengo mucho respecto por mucha gente dentro de la Regional, por muchas líneas de entendimiento dentro de la Capoeria Regional, como te digo. Si llegas a un niño y él tiene acceso a todas emisoras de radio y solo escucha a un determinado tipo de música, que la gran industria que masifica, ella difícilmente habrá oído comprensión de otro modelo y ahí creo que la Capoeira Angola, ella probablemente tenga por mucho tiempo ese comportamiento de pequeños grupos, de comunidades muy fuertes, pero numéricamente no tan importantes como las grandes redes de academia que existen por ahí, justamente porque no es posible, es imposible para nosotros valernos de ese sentimiento fugaz de que todo es desechable, de que todo tiene el momento cierto para salir de mi casulo y volar. Cada persona es cada persona, el entendimiento sobre eso yo creo que es una comprensión maravillosa de convivencia y creo que la capoeira puede traer para varias áreas del conocimiento muchas novedades, bueno, nada de nuevo, pero nada de nuevo está bajo el Sol de Brasil, a no ser aquello que desmitifica las hegemonías diversas, creo que esa sería la única cosa nueva.

La única cosa que tengo un gran cuidado cuando hablo de capoeira es que a ejemplo de algunos periodistas, que tienen a varios modelos que encaminan para sensacionalismos diversos, entonces ponen en la cabeza que lo que le da puntos a la Capoeira Angola es ser contrario a la Regional (o lo contrario) y así crean grupos estanques y aquí el intento es justamente de hacer que eso no sea comprendido de otra forma, porque como te dije, primamos por la diferencia, en el sentido en que existe un compromiso histórico y un compromiso ideológico de enseñar la Capoeira Angola dentro de su inserción histórica en Brasil y a partir de ahí, traer a la superficie elementos que dan sustentación a sus principio de resistencia cultural. No me gusta mucho cuando trabajan con determinadas, en mi caso algunos periodistas, que siempre vienen con “que te parece la violencia en la Capoeira Regional” y digo: “mira, en la Capoeira Angola también hay” mira, que te parece… y dices que en la Regional también hay gente que la hace sin uso de la violencia, no me gusta mucho estar en esos lugares comunes, porque creo que ahí si se pierde, de la misma forma que se va homogenizando, se puede ir no admitiendo que la diferencia es una cosa enriquecedora, que creo ser fundamental comprender que dentro de la historia de Brasil existe una tradición que en un determinado punto, dados varios momentos de persecución, surge un modelo interpretativo sobre esa tradición que impone nuevas mudanzas, nuevos caminos, pero que aquella tradición, originaria, ella se mantiene, numéricamente ella pierde fuerza en un determinado momento y gana fuerza en otro, eso es maravilloso, que podamos comprender no esas contradicciones, pero que podemos entender esas oposiciones que se retroalimentan. Salir de esa estructura linear de entendimiento, del eso o aquello, porque se pierde mucho en este camino, bastante, y no es eso.

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